Qué agua uso para preparar un buen café

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QUÉ AGUA USAR PARA PREPARAR UN BUEN CAFÉ

¿Alguna vez has preparado un café con tus mejores granos y algo ha fallado en el sabor? Puede que el problema no esté en la cafetera ni en el café… sino en el agua. Aunque solemos centrarnos en la variedad del grano o el tipo de molienda, el agua representa más del 98% de una taza de café. Elegir la adecuada puede marcar la diferencia entre un café normal y uno realmente excelente.

Cómo influye la calidad del agua en el café

El agua no es solo un vehículo que arrastra los compuestos del café. Es un ingrediente más. Su composición mineral, su dureza o incluso su olor pueden modificar radicalmente el resultado final. Por ejemplo, un exceso de cloro puede dar un regusto químico, mientras que una mineralización muy alta puede «aplanar» los matices del grano.

El pH del agua

El pH mide la acidez o alcalinidad del agua, y también juega un papel clave en la extracción del café. Un pH demasiado ácido o demasiado alcalino puede hacer que el café sepa agrio o amargo, respectivamente. El rango ideal de pH para preparar café está entre 6,5 y 7,5. Este equilibrio ayuda a resaltar los sabores naturales del grano, sin distorsiones.

La dureza del agua

El concepto de “agua dura” hace referencia a su contenido en calcio y magnesio. Estos minerales afectan no solo al sabor, sino también al mantenimiento de tu cafetera. Si el agua es muy dura, pueden formarse depósitos de cal, lo que acorta la vida útil del aparato. Si es demasiado blanda, puede dar lugar a un café sin cuerpo ni profundidad. Se recomienda una dureza moderada, entre 50 y 175 mg/l (ppm) de carbonato cálcico, para lograr un buen equilibrio entre sabor y protección de la cafetera.

TDS y PPM

Cuando hablamos de café, entra en juego otro concepto: los TDS (Total Dissolved Solids, en inglés), o sólidos disueltos totales. Se mide en partes por millón (ppm) e indica cuántos minerales hay disueltos en el agua. Si el TDS es demasiado bajo (por ejemplo, agua destilada o de ósmosis inversa), el agua no extraerá adecuadamente los compuestos del café. Si es demasiado alto, dominará sobre los sabores del grano. La Specialty Coffee Association (SCA) recomienda un rango de entre 75 y 250 ppm.  

¿Agua del grifo o agua mineral embotellada para preparar café?

Todo depende de dónde vivas. En algunas zonas, el agua del grifo es de excelente calidad, mientras que en otras puede contener cloro, sedimentos o minerales en exceso. El sabor metálico, el olor a cloro o la presencia de cal son señales claras de que no es la mejor opción para tu café. En cambio, el uso de agua mineral natural embotellada te permite tener mayor control sobre la composición del agua y mantenerla constante en cada preparación. Además, si usas cafeteras automáticas o espresso, la estabilidad del agua embotellada ayuda a prolongar su vida útil y evita problemas por acumulación de cal.

¿Cuál es la mejor marca de agua embotellada para café?

No todas las aguas embotelladas son iguales. Algunas contienen niveles altos de sodio o tienen una mineralización fuerte, lo que no las hace adecuadas para preparar café. A la hora de elegir, intenta buscar estas características:
  • Baja mineralización
  • El pH neutro (alrededor de 7)
  • Contenido equilibrado de calcio y magnesio
  • Que no tenga sabor ni olor perceptibles
Un ejemplo de agua que cumple con estos criterios es Solán de Cabras, con su perfil de mineralización débil y estabilidad en composición, lo que la hace especialmente adecuada para usos sensibles como el café.

Consejos para usar bien el agua en el café

Aquí tienes algunas recomendaciones prácticas para mejorar tu café en casa:
  • Usa agua fresca: mejor si está recién abierta o filtrada.
  • Calienta el agua entre 90 y 96 ºC si preparas café por método manual.
Prueba distintas aguas si eres muy exigente con el sabor: puedes notar diferencias sorprendentes.