Beber agua en ayunas: un hábito sencillo para empezar bien el día
¿En ayunas se puede beber agua?
Sí, y además es un hábito muy recomendable. Tras varias horas de descanso, el cuerpo se despierta con menos agua de la que necesita. Por eso, empezar el día con un vaso de agua es como darle un primer impulso: ayuda a recuperar el equilibrio de líquidos y a que todo el organismo se active de manera natural.
Beneficios de beber agua en ayunas
Entre los beneficios de beber agua en ayunas, destacan algunos muy sencillos pero efectivos:
Recupera la hidratación perdida durante la noche.
Contribuye a activar el metabolismo desde primera hora.
Favorece el tránsito intestinal y ayuda a evitar el estreñimiento.
Aporta sensación de energía y mejora la concentración matutina.
Puede influir en el aspecto de la piel, al mantenerla más elástica e hidratada.
Tomar un vaso de agua en ayunas: ¿cuánto y cómo?
No se trata de beber grandes cantidades de golpe. Un vaso de agua es suficiente para iniciar el día con buen pie. Lo importante es la regularidad: mantener el hábito cada mañana. En cuanto a la temperatura, se suele recomendar agua del tiempo o tibia, ya que resulta más amable para el sistema digestivo que el agua muy fría recién levantados. Pero si igualmente quieres conocer si existe diferencia entre beber agua del tiempo o fría, puedes leer nuestro artículo.
Beneficios de tomar agua en las mañanas más allá del ayuno
Beber agua nada más levantarse es un buen comienzo, pero no lo es todo. Lo realmente importante es seguir hidratándose a lo largo de la mañana. Así, el cuerpo mantiene su ritmo, la energía no decae y las funciones vitales siguen funcionando como deben. En otras palabras: no basta con un vaso al despertar, hay que darle continuidad al hábito.
¿Qué dice la ciencia sobre beber agua en ayunas?
Beber agua al despertar no es solo una costumbre heredada. También hay estudios que lo respaldan. Uno de ellos, publicado en The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, observó que tomar medio litro de agua puede activar el metabolismo hasta un 30% durante la media hora siguiente. Es decir, empezar el día con agua no solo ayuda a recuperar la hidratación perdida por la noche, sino que también da un pequeño empujón extra al organismo para ponerse en marcha.
En definitiva, un gesto pequeño con gran impacto
Beber agua en ayunas no es una fórmula mágica, pero sí un gesto cotidiano que aporta bienestar desde primera hora. Si además eliges un agua mineral natural de origen protegido, como la de Solán de Cabras, incorporas la garantía de pureza y equilibrio mineral a un hábito que te acompañará durante todo el día.