¿Sabías que para producir una taza de café se pueden llegar a necesitar más de 100 litros de agua? No es un error. Esa cifra incluye no solo el agua que utilizas para prepararlo, sino toda la que ha sido necesaria para cultivar los granos, procesarlos, transportarlos y empaquetarlos. Ese es precisamente el objetivo de la huella hídrica: ayudarnos a ver el agua que no vemos.
¿Qué es la huella hídrica?
La huella hídrica es un indicador ambiental que mide el volumen total de agua dulce usado, directa o indirectamente, para fabricar un producto o prestar un servicio. También se aplica al consumo individual, de una comunidad, una empresa o incluso un país entero. Imagina que miras tu armario. Una camiseta puede haber requerido 2.700 litros de agua para ser fabricada. Unos vaqueros, más de 8.000 litros. Esa suma invisible de agua es la que refleja la huella hídrica.¿Quién creó este concepto y para qué sirve?
El concepto fue introducido en 2002 por el investigador Arjen Hoekstra mientras trabajaba para la UNESCO. Su objetivo: ofrecer una herramienta sencilla para concienciar sobre el uso racional del agua, un recurso natural limitado. Desde entonces, se ha convertido en una referencia en sostenibilidad hídrica, tal como promueve la propia Water Footprint Network desde su creación.Tipos de huella hídrica
Existen tres tipos de huella hídrica, según la procedencia del agua implicada: Huella hídrica verde: el agua que viene del cielo Es el agua de lluvia o nieve que queda almacenada en el suelo y que absorben las plantas. Es clave en cultivos, bosques o jardines. Por ejemplo, un campo de trigo que no necesita riego adicional depende exclusivamente de agua verde. Huella hídrica azul: agua dulce extraída de fuentes naturales Es el agua que se extrae de ríos, lagos o acuíferos para riego, uso doméstico o industrial. Esta agua sí se “toma” del sistema natural. El riego de un cultivo de arroz o el uso de agua en una fábrica se consideran huella hídrica azul. Huella hídrica gris: el agua necesaria para diluir la contaminación Representa la cantidad de agua necesaria para diluir los residuos generados en un proceso hasta alcanzar niveles aceptables de calidad. Es un indicador de impacto sobre la calidad del agua.Ejemplos cotidianos de huella hídrica
Desde una taza de café hasta unos vaqueros: ¿cuánta agua hay detrás? Aquí algunos ejemplos aproximados para entender mejor este concepto:- Una taza de café: 140 litros
- Un kilo de carne de vacuno: 15.000 litros
- Una camiseta de algodón: 2.700 litros
- Un kilo de lentejas: 1.250 litros
- Una botella de agua de plástico desechable: 7,5 litros sólo para su fabricación