La leche materna es, según los expertos, la mejor nutrición para los bebés y se recomienda darla siempre que sea posible para la mamá, ya que tiene beneficios a corto y largo plazo, tanto para la madre como para el niño.
Durante este período de lactancia, la hidratación es uno de los temas más importantes, ya que la producción de leche repercute directamente en la pérdida de agua de la madre.
La leche materna contiene de media un 87% de agua que sale íntegramente de la madre, de aquí la importancia de aumentar el nivel y frecuencia de hidratación.
La cantidad de leche producida al día depende de la demanda del bebé, pero el promedio es de 750 ml al día a los 6 meses después del parto. Por lo que el consumo de agua durante la lactancia materna debe ser suficiente para compensar la pérdida que se sufre a través de la lactancia.
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