Bienestar

VIAJAR DURANTE EL EMBARAZO

Estar embarazada no debe ser un impedimento a la hora de realizar un viaje siempre y cuando no sea un embarazo de riesgo, pero es lógico que entren dudas sobre el tema.   Con las debidas precauciones y sabiendo bien cuándo viajar, vacunas y seguro de viaje, la mayoría de las mujeres pueden viajar con seguridad durante su embarazo. Dondequiera que se vaya, es conveniente averiguar los centros de salud que están en el destino del viaje en caso de requerir atención médica urgente. Una buena idea es llevar el historial médico de maternidad en la maleta para que pueda dar a los médicos la información relevante, si fuese necesario.   No es mala idea, si viajas al extranjero, contar con un seguro de viaje que cubra cualquier eventualidad, como la atención médica relacionada con el embarazo durante el parto, el nacimiento prematuro o el coste de cambiar la fecha de su viaje de vuelta si se adelantase el parto.  

CUÁNDO VIAJAR DURANTE EL EMBARAZO

Algunas mujeres prefieren no viajar en las primeras 12 semanas de embarazo debido a las náuseas y cansancio durante estas primeras etapas. El riesgo de aborto involuntario es también mayor en los primeros tres meses, ya sea viajando o no. Viajar en los últimos meses del embarazo también puede ser agotador e incómodo, por lo tanto, muchas mujeres encuentran el mejor momento para viajar o realizar una escapada es en la mitad del embarazo, entre cuatro y seis meses.   Estos son algunos consejos generales para asegurar un viaje seguro y sin complicaciones:  

VOLAR EN EL EMBARAZO

Volar no es perjudicial para una embaraza, pero se recomienda consultar cualquier cuestión de salud o complicaciones del embarazo con su médico antes de volar.   La probabilidad de entrar en complicaciones es más alta después de las 37 semanas (alrededor de 32 semanas si son gemelos), además algunas líneas aéreas no permiten volar hacia el final del embarazo para evitarse problemas. Es recomendable consultar a la aerolínea por su política en este sentido. Los viajes de larga distancia (más de cinco horas) conllevan un pequeño riesgo de coágulos de sangre (trombosis venosa profunda o TVP).   Si viaja en avión, beber mucha agua y moverse regularmente – cada 30 minutos más o menos.  

LOS VIAJES EN COCHE EN EL EMBARAZO

La fatiga y mareos son comunes durante el embarazo, por lo que es importante en los viajes en coche beber agua con regularidad para mantener una correcta hidratación, comer alimentos naturales, que aportan energía (tales como frutas y frutos secos) y parar periódicamente para un descanso y estirar las piernas.   Mantener el aire que circula en el coche y usar el cinturón de seguridad con la correa cruzada entre los senos y la banda abdominal a través de la pelvis debajo de la tripa y no bajo el pecho. Los accidentes de tráfico son una de las causas más comunes de lesiones en mujeres embarazadas y por eso se debe evitar hacer viajes largos sola.  

LOS VIAJES EN BARCO DURANTE EL EMBARAZO

Las compañías marítimas tienen sus propias restricciones y pueden negarse a llevar a las mujeres embarazadas en gran medida (a menudo más allá de las 32 semanas). Es recomendable consultar la política de la empresa antes de reservar.   Para largos viajes en barco, como los cruceros, es importante averiguar si existen instalaciones a bordo para atender el embarazo y comprobar los servicios médicos que hay en los puertos de destino.  

PARA VIAJES SEGUROS: SOMUM

El nuevo wearable de Solán de Cabras acompañada de su aplicación resulta muy efectiva para realizar viajes seguros durante el embarazo, ya que controla los niveles diarios de hidratación durante el embarazo en tiempo real.   Además incluye consejos de salud y nutrición, medición de calorías consumidas y pasos realizados, así como avisos para el control del peso y otras ayudas para seguir las evoluciones durante todo el proceso.   Para calcular la hidratación recomendada diaria, Somum utiliza factores determinados por médicos especialistas, como las características físicas, la necesidad específica de hidratación en el momento específico del embarazo (incluyendo la lactancia), así como datos propios del entorno como la temperatura exterior. Toda esta información se vincula a la actividad diaria de la futura madre, que se recogen a través de la pulsera inteligente.