Durante los meses de verano estamos más pendientes de nuestra piel. La hidratamos y la protegemos del sol, la cuidamos más.
La mayoría tendemos a pensar que el sol estropea la piel pero que en invierno está a salvo y no es cierto. La piel sufre tanto o más en invierno que en verano.
La exposición continua a los cambios bruscos de temperatura, la sequedad del ambiente con las calefacciones y la contaminación dejan la piel en muy malas condiciones. Se reseca, pierde brillo y es cuando aparecen eccemas o dermatitis. Al igual que la cuidamos por fuera, con guantes y bufandas, también debemos cuidar la piel por dentro. El frío reseca especialmente la cara, el cuello y las manos pero sólo una crema hidratante no es suficiente para conseguir la piel perfecta.
Una buena limpieza y una correcta y continua hidratación es la solución. Las mujeres embarazadas, que en este momento de sus vidas se cuidan más, deben prestar especial atención también a este aspecto. Evitar y combatir la deshidratación que causan las bajas temperaturas debe estar entre sus prioridades.
Beber mucha agua es fundamental ya que durante el embarazo la pérdida de líquido es mayor. Y durante la lactancia la demanda del bebé es tan grande que la madre debe estar hidratada en todo momento. Si, además, la mujer embarazada hace deporte o alguna actividad física, el desgaste de líquido es más elevado.
Pero para esto no está sola. Solán de Cabras ha lanzado para ellas la aplicación Somum con la última tecnología. A través de una pulsera inteligente, las mujeres embarazadas y en período de lactancia podrán conocer en todo momento sus niveles de hidratación, las calorías consumidas, controlar su peso, su masa corporal y seguir consejos de nutrición y salud. Estos consejos están elaborados por médicos especialistas.