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RUTINA FITNESS
Comenzar a ir al gimnasio o a practicar algún deporte son objetivos que a menudo se hacen difíciles de cumplir o de mantener en el tiempo, ya que muchas veces factores como la falta de práctica, el desconocimiento o la ausencia de motivación provocan que abandonemos antes de lo esperado. Pasos tan sencillos como una buena organización, el asesoramiento, una actitud positiva y mantener hábitos saludables serán factores determinantes a la hora de lograr tus metas.Aquí tienes 10 consejos fit para ayudarte a alcanzarlas:
-¡Help! Pide ayuda: No solo basta con apuntarse al gimnasio y comenzar por tu cuenta. Coméntale a tus monitores tus metas y necesidades y ellos te ayudarán a crear un plan de entreno adecuado para ti; tablas de entrenamiento, cardio, clases en grupo… seguro que hay una opción con la que te sientas cómodo.
-Paciencia y actitud positiva: los procesos de cambio efectivos no son fáciles y mucho menos cortos en el tiempo. Es importante tener paciencia y determinación a la hora de hacer deporte. Tanto si es para tonificar, como para perder peso, ganar músculo o aumentar fondo físico; el cuerpo necesita un período de adaptación y actuación en el que una actitud positiva y motivada será clave.
-Constancia: no hay que abandonar o desistir durante periodos largos de tiempo. Si un día no puedes ir al gimnasio, intenta hacer un hueco al día siguiente, o si los fines de semana no puedes practicar el entrenamiento que te has saltado durante la semana, sal a caminar una hora o dos.
Buscar alternativas y no ceder ante el cansancio que conlleva la rutina diaria es fundamental.
– Hazte oír: A menudo, la constancia se relaciona con el apoyo o la motivación que recibamos de nuestro círculo más cercano; buscar un compañero de entrenamiento es una gran ayudad para no desistir en los días más perezosos. Otra alternativa es compartir tu historia en las redes sociales uniéndote a una comunidad fitness donde otros usuarios con metas y objetivos como los tuyos se convertirán en un apoyo incansable.
-Fija tus retos: márcate unos objetivos y poco a poco podrás comprobar como será más fácil alcanzarlos. Una vez los cumplas, intenta fijar nuevos para no perder la motivación y así:
-Cambia tu rutina: al menos una vez cada mes intenta cambiar tu rutina de entrenamiento. El cuerpo se acostumbra a los mismos ejercicios y con el tiempo el nivel de impacto sobre él es menor, así como la eficacia de estos.
Variar la rutina es una manera de mantenernos “siempre activos”.
-Concéntrate: tómate el tiempo de entreno como un momento en el que potenciar tu atención. Ya sea con cardio, en sala o en una clase conjunta, concéntrate en cada movimiento para obtener los mejores resultados.
-Hidratación: durante el ejercicio el cuerpo pierde muchos líquidos y con la deshidratación la sensación de fatiga es mucho más intensa; bebe pequeños sorbos que te ayuden a recuperarte durante el entrenamiento y no olvides consumir al menos 2 litros de agua durante el resto de la jornada.
-No descuides la dieta: Una alimentación equilibrada no solo hará que el cambio sea más notable, sino que nos hará sentirnos mejor física y emocionalmente.
No olvides reponer calorías después de entrenamientos intensos y evita hacer deporte en ayunas para prevenir la fatiga y pérdida de masa muscular.
-Descansa: tan importante es tener una actividad física regular como saber parar.
El cuerpo necesita períodos de descanso para recuperarse y rendir más. Fíjate días libres y desconecta para recuperar la actividad con mejor predisposición.
Texto Paula.C
Fotos Pexels.com, Self Magazine